VALENTIN DICE QUE SOLO IMPORTA LA CLASIFICACION

Después de varios años volví a la cancha de River.

Uruguay estaba perdiendo y eso me aliviaba.

 

Entré al palco No. 58 de T y C. Todavía no habían llegado los invitados.

El televisor me seguía mostrando más goles de Brasil. Me calmé.

Antes que juegue La Argentina seguiría clasificada.

Por suerte Varsky trajo a su hijo Valentín. Le pregunté al pibe de cuadro era y ante mi asombro me contestó: de Newells. 

Dieron la formación de los equipos. El locutor de la voz des estadio lo nombró último a Messi esperando la gran ovación de la noche...

En el primer tiempo parecía que el partido se estaba jugando en Bogotá. Le decía a Varsky que el seleccionado no sabía jugar con tres en el fondo. 

Tenían menos rating que Julio Ricardo, Cherquis y yo en canal 7.

Pablito Codevilla, la mano derecha de Adrían Suar, seguía el minuto a minuto desde su celular. Le vaticiné 40 puntos...

Engolocinado y antes que termine el primer tiempo me mostró los 43 que estaba haciendo el canal 13.

...Perdón estoy gritando el gol de Suazo...

Gago por la derecha no podía ni sabía como jugar contra Marín y mucho menos cuando se acercaba Renteria. "Cata" Díaz dudaba entre cruzar y esperar. Andujar nos seguía salvando. El sol asomaba cuando aparecía Verón. Los defensores no cruzaban la mitad de la cancha salvo en jugadas con pelotas detenidas. Marcaban en ataque Gago y Mascherano. Messi seguía en el Barcelona. Nadie acompañaba. Nadie llegaba. Más allá del penal no cobrado a Aguero, el yerno de Diego, no lo veo jugando en esa posición... 

Como se habrán dado cuenta estoy comentado sobre jugadores y no sobre el equipo. Es que no tenemos equipo. Tenemos jugadores y no tantos como muchos creen. La cancha estaba mal para los dos. Para todos.

Tiros libres. Le digo a Valentín, 6 años, con el celular en mi mano que le mandé un mensaje de texto a Verón para que haga el gol. El pibe me miraba y asentía.

Ortubé, el árbitro, se come un penal a Zuñiga. 

El estadio estaba congelado. Con Pacini nos alcanzaba sobradamente la mirada. Vargas mandando. Marín llegando. Renteria complicando. 

Maradona, luego de un tiempo regalado, corrige el error y hace linea de cuatro cambiando a Gago por Zanetti.

Pelota detenida. Valentín me pide que le mande un mesaje a Messi. El balón revienta el travesaño.

Mascherano comienza a crecer. Verón se manda una siesta. Tevez aparece. Vuelvo a verlo desplomarse a Heinse. 

Pensé en Angel Labruna que fue velado en el estadio Antonio Vespucio Liberti.

Los simpatizantes siguen en silencio. Faltaban 15 minutos. 

Le digo a Pacini: "no se merecen que nos quedemos, ni siquiera que hayamos venido".

Arrivederci...