GRACIAS SEÑOR EMBAJADOR

                               

Viajamos hasta Pretoria. El embajador argentino en Sudáfrica nos invitó a almorzar en su residencia. 

No es común, luego de tantos viajes al exterior, que alguien que nos represente en el exterior se involucre con una delegación deportiva.

Julio Grondona, Presidente de la AFA y Vice de la FIFA, había llegado muy temprano.

En la comida nos enteramos que fue a buscar el auxilio de Carlos Sersale di Cerisano para 

la recomposición de su pasaporte. 

Llevamos los nuestros para justificar nuestra ausencia en el voto de la elecciones del domingo.

Además de Fernando Niembro nos acompañó el embajador de Colombia, el ex gran relator de fútbol Edgar Perea. 

Quiero compartir con Vds. algunos momentos de la charla. Por supuesto que me reservo lo que entiendo debe quedar en la intimidad de lo conversado.

Nuestro diplomático se ubicó en el centro de la mesa. A su derecha se sentó Grondona. Tuvo la gentileza de acomodarme a su izquierda. Frente al diplómatico Sersale su mujer y a su lado Fernando y Edgar. 

Las anécdotas de "Don Julio" nos hicieron reír en muchos momentos. No se salvó nadie. 

No quiso hablar de la futura concentración para el mundial. "Primero hay que clasificar". Los posibles tres lugares ya los había elegido Bilardo en un viaje anterior. Dos en Pretoria y uno en Johannesburgo. Tienen que ver con la altura sobre el nivel del mar. Los 1.350 m. de la capital administrativa y los 1800 de la metrópolis del oro y los diamantes. 

Así lo hizo en el mundial de México  86 cuando eligió la sede del Club América a 2.240 m. en el Distrito Federal

Tuvo la colaboración del siempre bien recordado, Cremasco.

Niembro le preguntó, en un momento, si se volvería al viejo sistema de los cabeza de serie. Lo manifestó Blatter, en una conferencia de prensa. Una manera de evitar los constantes viajes y la necesidad de contratar aviones. Respondió que todavía no lo había charlado pero que su idea era que debería haber traslados.

Le manifesté que el seleccionado no tiene un central y un delatero de punta con capacidad y jerarquía goleadora.

Expresé que Pekerman ganó pero no formó. 

Fernado habló de Higuaín y yo le agregué a Zárate. 

Del ex Vélez no quiso hablar mucho por un episodio del pasado. Sobre el delantero del Real Madrid recordó una negativa que había tenido de jugar un torneo sub-20 con el seleccionado. 

Le respondí, rápidamente, que no se debía olvidar que renunció a una gran posibilidad de integrar el seleccionado de Francia con la probabilidad de ser el futuro Trézéguet.

Nos confirmó que el partido frente a Brasil, por las eliminatorias, se iba a jugar en el estadio de Central. 

Cuando le preguntamos por las entradas de protocolo se puso fastidioso y con razón.

Le comenté al embajador, simpatizante de River, que la mayoría de la gente pide plateas de favor. Nadie quiere pagar. Siempre, cuando se llega a esta instancia, se menciona a las "barras bravas" y nadie alude a los "pudientes" que se creen con derecho a solicitarlas, por supuesto, sin pagar.

El cónsul Rolando Pocovi escuchaba con atención. 

Nuestro embajador nos comentó sobre la realidad sudafricana. Del superávit que tiene La Argentina en la balanza comercial.

Acerca del mundial recomendó que los que quieran venir lo hagan contratando un paquete turístico. Que en el país no se se debe pasear. Es para visitar. Tenía que ver, fundamentalmente, con la seguridad en las recorridas y lugares turísticos que habitualmente se quieren conocer en este territorio. 

Le pregunté sobre los trenes y  me descartó de plano su utilización. Los asaltos siempre están asociados con los asesinatos o como mínimo con alguna mutilación.

Los negocios cierran a las 5 de la tarde ya que el transporte está monopolizado por empresas de furgonetas. No existen los colectivos. Estos traslados se llevan el 70%  de los sueldos de los trabajadores que ganan de promedio unos 2.000 rand (unos 250 dólares). Esta moneda también es utilizada en Namibia, el Reino de Suazilandia donde el 30%  de su población es portadora del virus del HIV y tiene una de las esperanzas de vida mas bajas del mundo: 32 años y el Reino de Lesotho enclavado dentro del territorio de Sudáfrica.

Hay un 40% de desocupación. Lo demás ya es conocido. Lo escribí en una de las primeras notas. Tenía que ver con la pobreza, asesinatos, sida, violaciones...

Nos despedimos. Grondona subió a su automóvil. Empezamos a escuchar las sirenas. 

Tenía más custodia que un Presidente.