En mi profesión he encontrado muchos mentirosos. Periodistas, jugadores, directores técnicos, dirigentes. Recuerdo cuando relataba en TyC había un alto grado de comunicación y afecto con Tití Fernandez. Un gordito mentiroso. No en cosas profundas. Quizás en nimiedades. Le encantaba responder a todo. No soportaba el no poder contestar. ¡Cuántas veces nos reíamos con Macaya y Benedetto! "Típico de argentino, lo que no sabe lo inventa". Esa era mi reflexión pública ante algunas de sus afirmaciones.
Carlos Babington se había ido a jugar a Alemania. Me contaba que una de las cosas que más lo había sorprendido, además de la clásica frialdad de los germanos, era que no existía lo que habitualmente se manejaba en nuestro fútbol: el secreto del vestuario. Contaban lo que ocurría con absoluta normalidad. Cuando lo charlo con algún técnico, jugador amigo o conocido y le pregunto cuál es el motivo de no poder decir la verdad de lo que está ocurriendo sobre un hecho determinado, la respuesta es siempre la misma: "Sos loco como lo vamos a contar". Un director técnico muy éxitoso a nivel local no pudo soportar que se filtrara un problema que habían tenido algunos de sus jugadores. Se enteró que en aquel entonces uno de sus defensores había sido el "delator". Fue como si le hubiesen clavado un puñal por la espalda. Sufrió con la verdad más que Julio César, pero sigue vivo. La reunión que mantuvo con el grupo fue durísima. Lo que más te importa en este momento es conocer quien fue el técnico, el club que dirigía y el jugador... Lamentablemente no lo te puedo decir, pero ya sabés que no miento. La verdad no debía conocerla el periodismo, ni los socios o hinchas de esa institución. Hay otro ejemplo actual para dar entre los que rodean en este momento al fútbol. La del arquero Caranta. Muchos periodistas manejan distintas variantes por los motivos que desembocaron en su separación. Los que tienen que informar, dirigentes, director técnico, manager o el propio jugador, que ahora empezó a hablar, callan la verdad de lo ocurrido. Si alguien dice o escribe algo se irritan y rápidamente salen a decir que mis colegas inventaron la información y que exageran con lo que dijeron o escribieron. ¿Se imaginan lo que puede llegar a suceder si alguien se anima a publicar alguno de los rumores que giran en derredor de este caso?
¿Quién puede creerle a la mayoría de los dirigentes cuando dicen en cuántos millones de dólares vendieron o compraron a un jugador? ¿Se dieron cuenta que aunque lo hayan vendido a Europa o a un empresario el euro no existe? La diferencia es mínima. Tan sólo un 30 %. Sería estupendo que se crucen las informaciones entre los controles fiscales de ambos paises para que nos enteremos de cuánto dinero se pagó desde el exterior por una compra y cuánto figura en el club de nuestro país por la venta. Algún recibo de alguna sociedad fantasma siempre existirá para justificar la diferencia.
Podríamos recopilar todos los discursos previos a una elección nacional o provincial para volver escuchar o leer las mentiras de nuestros políticos. Lo dramático es que los vuelven a votar. No hay ningún castigo para sus falsas promesas. Por ahora hay algunos pesitos mensuales con atrasos por la situación económica y financiera del planeta tierra. Volverán antes de octubre, por supuesto, las heladeras, colchones, bicicletas, acompañadas por choripanes en las reuniones sociales de alguna marcha por reivindicaciones y necesidades incumplidas que nunca verán ni ellos, ni sus hijos, ni sus nietos, ni sus bisnietos.
No quiero utilizar mis casi cuarenta años de terapia para interpretar la mentira. Como en otros órdenes de la vida, no pasa nada. No es una cuestión de ideología o de partido político. Casi todos nos mintieron. Ellos felices de haber podido llegar al poder con ese discurso. Es una metodología. Me duele, me lastima y me fastidia que me o nos tomen por boludos. Ni que hablar de los militares y sus ministros civiles. En la democracia algunos pequeños ejemplos como títulos. Alfonsín: felices pascuas. Menem: no los voy a defraudar. De la Rúa: todo seguirá igual con el uno a uno. Los que vinieron después sin que los hayamos votado ni que hablar. Duhalde, un manto de piedad. La familia Kirchner: estamos en el infierno. Y seguimos en él. Me olvidé de poner en la bolsa a bastantes gobernadores, senadores, diputados, concejales, intendentes, ministros, secretarios... Alguien que no recuerdo en este momento dijo: "De vez en cuando dí la verdad para que te crean cuando mientes".
Queridas Luciana y Florencia. Acabo de recordar que les mentí. Cuando tenían que dejar el chupete se los saqué y les dije que se lo tenía que llevar un trencito. Les pido perdón.
mis respetos Marcelo, siempre admire la distancia intelectual que planteabas a tus invitados (o colaboradores) en el estudio en busca de una complicidad casi militante con tus oyentes.
ResponderEliminarCrecer con tus programas de radio fue un aprendisaje de cada dia.
Saludos
http://www.muchacholobo.blogspot.com/
Volve a relatar maestro!!!se te extraña
ResponderEliminarComo periodista deportivo recién recibido observo que, como bien contás Marcelo sobre los políticos y gobernantes, también mienten muchos periodistas y la gente no los castiga. Los vuelve a leer o a escuchar o a mirar. Y peor, hasta vuelven a creerles.
ResponderEliminarEn el caso de Caranta, los "rumores" son realmente muy desagradables. He leído explicaciones que son de mal gusto, creo que en la página de internet esparavos.com.
Con todas estas críticas no puedo evital la autocrítica: reconozco que he mentido. Y no una, sino varias veces. Claro que eran mentiritas, nada grave, cuestiones de la niñez. Pero con el tiempo empecé a decir mis verdades... aunque alguna que otra mentira piadosa...
Pd: No te voy a mentir. Te he visto mucho en televisión, pero nunca te había leído.
Me atrapa el blog.
Saludos
Leyendo tu comentario, recuerdo todas las veces que nos han mentido..y nos siguen mintiendo, y nosotros como si nada, como que ya estamos acostumbrados a esa práctica.Toda mentira es deleznable, pero mas aún si provienen de nuestros gobernantes y políticos. No puedo entender porqué toleramos tantas mentiras e injusticias. Actualmente estamos en una generación que no tiene ideales ni se involucra, no creen en un futuro mejor, tal vez a causa de nuestros propios errores que no supimos transferirles los valores morales mínimos e indispensables, así como el sentido de pertenencia y compromiso para con la comunidad y nuestro querido país. Esta es la tarea que aún tenemos pendiente, está en nosotros
ResponderEliminarrecuperar los valores perdidos, no es imposible.
Saludos.-
Muchacho Lobo:
ResponderEliminarMuchas gracias.
Abrazo de gol.
Luis:
ResponderEliminarPara vos también un abrazo de gol.
Muchas gracias.
Matías:
ResponderEliminarSuerte en esta hermosa profesión.
Gracias por teu sinceridad.
Oscar:
ResponderEliminarSigamos luchando.
Gracias.
Querido Marcelo, paso a dejarte un saludo y un abrazo enorme. La verdad es que se extraña muchisimo tu voz en los partidos del domingo. Siento que falta algo cuando me siento a ver los partidos de Boca. Volvio Roman a Boca, Ortega esta en River, Araujo tiene que volver!!! Hace varias horas me junte a comer con mis amigos y me comentaron que estabas por volver a relatar, la verdad que seria todo un lujo para todos los fanaticos del futbol. Desde que no estas relatando como antes el torneo no es lo mismo. No quiero desprestigiar a los demas relatores pero la verdad que Araujo era y sera un clasico en las transmisiones del futbol argentino. Vivo en Rosario, aca la mayoria de la gente es hincha de Newells y de Central, pero te aseguro que te admiran y te extrañan tanto como los hinchas de Boca, River, Racing, etc.
ResponderEliminarEspero que se te de la posibilidad de volver, es lo que mejor haces y se que es lo que te encanta. Un relator de tu nivel no puede estar afuera del torneo argentino.. Te mando un abrazo de gol enorme de mi parte y del pueblo rosarino.
Te dejo el blog del mejor equipo de futbol amateur:
http://todosmenosmauro-fc.blogspot.com/
... si, el equipo se llama todos menos Mauro.
Un saludo GENIO.
Federico.
C.E.F.C:
ResponderEliminarGracias por tus conceptos.
Por ahora relato la Copa de las Conederaciones.
Un abrazo